Uno de los problemas que tenemos el
ser humano con los canes es la comunicación verbal. La imposibilidad de poder
mantener una charla con ellos, nos causa dolores de cabeza tratando de saber
que les pasa por su mente perruna en algunos momentos. Es verdad que utilizamos
muchas palabras para comunicarnos con ellos, pero no dejan de ser señales para
el animal que determinan una acción o comportamiento.
Por todo esto, una de las claves del
buen adiestramiento del perro es la buena utilización de la PROXEMIA.
Todos los seres vivos incluyendo al
ser humano, delimitan su territorio individual o espacio personal mediante
señales o signos espaciales, visuales, orales, temporales, químicos (hormonas,
feromonas…) etc. Que constituye una extensión del organismo.
La proxemia es el uso que hacemos de
nuestro espacio personal: el uso del espacio que rodea nuestro cuerpo.
La proxemia es una parte fundamental de la comunicación no verbal que utilizamos a diario y que si no empleamos correctamente puede hacer que nuestra próxima sesión de adiestramiento sea un desastre. Junto a la proxemia habría que tener en cuenta otros detalles como es el lenguaje de nuestro cuerpo y los mensajes que emitimos a través de las posturas que adoptamos.
Cuando
sentimos que alguien invade nuestro espacio físico, nos sentimos incómodos y
algunas personas incluso agresivas. Igual que nosotros, los perros sienten
también la invasión de su espacio físico y es algo a tener muy presente a la
hora de adiestrar, dar órdenes, acariciar o tan siquiera suspirar al lado de un
perro.
El espacio se puede dividir en
cuatro zonas, las cuales marcan la distancia consentida según sea el grado de
confianza adquirido con el animal:
-
Zona 1. Distancia íntima. Es la distancia hasta 45 cm . Requiere de un alto
grado de confianza con el animal.
-
Zona 2. Distancia personal. De 45 a 120 cm . Muy utilizada en el
adiestramiento con correa.
-
Zona 3. Distancia social. De 120 a 350 cm . En esta distancia
empieza a aumentar la dificultad en el adiestramiento.
-
Zona 4. Distancia pública. Adiestramientos a
distancia. Nivel de dificultad máxima.
Dentro de cada cultura, los interlocutores conocen implícitamente
cuáles son las distancias más adecuadas para cada interacción o relación. Tales
espacios manifiestan significados compartidos, fruto de la socialización, y
predisponen formas de comportamiento para la obtención de determinados logros.
Lo que ocurre es que la “cultura” de los perros y la nuestra a veces
no llegan a un mismo acuerdo, provocando un choque cultural que en ocasiones
termina con doce puntos en un brazo y un animal sacrificado.
1 comentarios:
La ringrazio molto per le informazioni necessarie.
[url=https://twitter.com/easychoise]billyki[/url]
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