El
empleo de la estimulación temprana y una correcta socialización pueden dar como
resultado un perro mejor adaptado, más sano e inteligente. Cabe resaltar que las
diferencias entre individuos, humanos y perros, no se basan solamente en raíces
genéticas. La mayoría parece disponer y provenir de las habilidades ejercidas,
y no de los dones que no se practican. Algunos métodos producen efectos hasta
el final de la vida, y muchas de las diferencias entre individuos encuentran
explicación en el uso de la estimulación temprana.
Este
es un claro ejemplo de un método utilizado entre los tres y los dieciséis días
de edad. Para un resultado óptimo requiere del manejo de cada cachorro
individualmente, una vez al día y realizando los cinco ejercicios que se
describen a continuación, los cuales estimulan a los neonatos de una manera que
ellos jamás conseguirían a tan temprana edad.
Estimulación táctil
El
guía, sosteniendo al cachorro con una mano, ha de realizar un cosquilleo suave
en una de las manos o pies del cachorro puntualmente, entre sus dedos y
mediante un bastoncillo, por ejemplo, de los oídos. No es necesario realizarlo
en todos los miembros.
Contener la cabeza erguida
El guía, usando ambas manos, pondrá
en vertical al cachorro, sosteniendo derecha su cabeza, de tal forma que ésta
quede por encima del tronco.
Poner la cabeza hacia abajo
Después
de coger al cachorro firmemente con las dos manos, la cabeza apuntada hacia
abajo, en dirección al suelo.
Posición supina
Se
coge al cachorro de tal modo que su espalda, repose en las palmas de las manos
del guía; ahí se le permite que duerma o luche hasta que se acomode a gusto.
Estimulación térmica
El
guía, utilizando una toalla húmeda y enfriada en el refrigerador durante cinco
o diez minutos, apoya el cachorro sobre ella, situando el mismo con los pies
hacia abajo. Si quisiera salir de la toalla deberá contenerlo. Se puede
estimular intercambiando al cachorro entre toallas frías y calientes
(microondas) durante unos diez segundos en cada una.
Los
cinco beneficios que ocurren en perros expuestos al programa Bio-Sensor, y que
benefician al animal en un futuro son:
-
Mejora cardiovascular; latidos más potentes.
-
Glándulas suprarrenales más eficientes.
-
Resistencia al stress.
-
Mayor inmunidad a enfermedades.
-
Adaptabilidad térmica.
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