jueves, 26 de agosto de 2021

MEMORIA EN LOS PERROS... CÓMO?

 Memoria de trabajo y memoria de referencia: el problema de la generalización

    El psicólogo norteamericano Walter S. Hunter realizó en 1913 uno de los primeros estudios experimentales sobre la memoria de los animales. Hunter sometió a ratas, perros y mapaches a una tarea de memoria sencilla. El aparato que utilizó consistía en un área de salida desde la que los animales tenían que elegir entre tres compartimentos. En cada ensayo, sólo uno de los compartimentos contenía un poco de comida, y dicho compartimento se marcaba con una luz al principio del ensayo. El compartimento que contenía comida, y que estaba señalado con la luz, cambiaba de un ensayo a otro.

Una vez que los animales aprendieron a elegir siempre el compartimento con la luz encendida, Hunter hizo la tarea un poco más complicada. Ahora la luz que señalaba que compartimento contenía la comida se mantenía encendida durante un breve periodo de tiempo. Cuando ésta se apagaba, se mantenía al animal retenido en el área de salida durante un intervalo de tiempo variable antes de permitirle elegir entre los tres compartimientos. Para encontrar la comida, el animal tenía que recordar de alguna forma qué luz se había encendido.

Cuanto más tiempo se retenía a los animales antes de permitirle su elección, más probable era que se equivocaran de compartimento. La demora máxima que podían manejar las ratas era de unos 10 segundos y la de los mapaches era de 25 segundos.

La actuación de los perros no se veía alterada hasta que el intervalo de demora superaba los 5 minutos.

Con el procedimiento de demora, los animales tenían que recordar que compartimento había estado iluminado al principio del ensayo. Sin embargo, una vez que el ensayo había terminado, la información dejaba de ser útil, ya que la comida podía estar en cualquiera de los tres compartimentos en el siguiente ensayo. Por tanto, únicamente se requería el recuerdo de qué compartimento había sido iluminado para completar el trabajo en un ensayo. Ese tipo de memoria se denomina memoria de trabajo.

La memoria de trabajo interviene cuando la información tiene que mantenerse sólo el tiempo suficiente para completar una tarea particular, después de la cual es mejor eliminar la información, ya que no se necesita y además puede interferir en el siguiente ensayo. En el caso de los perros, la memoria de trabajo es efectiva hasta los 4 minutos, y a partir de ese tiempo la probabilidad de error se incrementa sustancialmente.

Los ejemplos de memoria de trabajo muestran la retención de la información recién adquirida durante un tiempo limitado. Sin embargo, esta información es útil solo en el contexto de un conocimiento más duradero. En el experimento de Hunter, por ejemplo, no bastaba con recordar qué compartimento se había iluminado al principio del ensayo para obtener la comida. Esta información era útil sólo si se sabía que la luz señalaba qué compartimento tenía comida. A diferencia de la información de la memoria de trabajo, que desaparece después de cada ensayo, la información sobre la relación entre la luz y la comida debía ser recordada en todos los ensayos. Este tipo de memoria se denomina memoria de referencia.


La memoria de referencia es una retención a largo plazo de la información necesaria para el uso correcto de la información entrante y recién adquirida.

Saber que ingredientes hemos añadido al potaje es útil solo si sabemos cocinar. Todo uso satisfactorio de la memoria de trabajo requiere de unos recuerdos de referencia apropiados.

Si durante el entrenamiento los recuerdos de referencia son escasos, la adquisición del nuevo comportamiento no se ejecutará adecuadamente. Esto ocurre cuando se practican ejercicios con contingencias diferentes. Si entrenamos a un perro a sentarse en un lugar en concreto, por ejemplo el salón de casa, la memoria de referencia para ejecutar el ejercicio en otro sitio, por ejemplo el jardín de casa, no será la misma o estará ausente y por lo tanto el ejercicio de sentarse no se realizará correctamente.

La memoria de referencia en el salón de casa indicaba que con la ejecución de la acción se podía llegar al refuerzo; en el caso del jardín la memoria de referencia no se ha creado, por lo tanto el animal duda que vaya a conseguir el refuerzo.

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